La importancia del tamizaje visual 

Uno de los aspectos más importantes para garantizar una visión saludable en los bebés prematuros es la detección temprana de posibles complicaciones. La prematuridad en sí misma constituye un riesgo significativo para la función visual. Además, existen otras preocupaciones, como la retinopatía del prematuro, que pueden llevar a la ceguera. La visión en bebés prematuros también se asocia al desarrollo de condiciones como la miopía, estrabismo (trastorno en el cual los ojos no miran en la misma dirección al mismo tiempo) y déficit visual. 

Para asegurarnos de que los bebés prematuros tengan una visión saludable, es fundamental realizar un tamizaje visual, evaluación que se realiza con equipo oftalmológico especializado delatando la pupila en su segmento anterior y el polo posterior del ojo.  

Este procedimiento se aplica a todos los bebés, pero en el caso de aquellos que pesaron menos de 1250 gramos al nacer y especialmente si recibieron oxigenoterapia, se recomienda una exploración más detallada del fondo de ojo. Esto tiene como objetivo identificar de manera temprana la retinopatía del prematuro, una condición seria que puede afectar la salud visual. 

La retinopatía del prematuro es una de las principales preocupaciones en bebés prematuros. Su presencia puede conllevar un mayor riesgo de sufrir problemas graves, como el desprendimiento de retina, el glaucoma y dificultades de refracción, como la miopía y el astigmatismo. Detectar esta condición temprano es esencial para garantizar que se pueda tomar acción de inmediato y reducir los riesgos potenciales. 

La salud visual de tu bebé prematuro es un aspecto que no debe pasarse por alto. Junto con los cuidados generales que brindas a tu pequeño, asegúrate de programar exámenes oftalmológicos regulares, siguiendo las recomendaciones de tu médico. Esto garantizará que cualquier problema se identifique en etapas tempranas y se pueda proporcionar el tratamiento necesario.