Abrazar a tu bebé favorece su desarrollo cerebral

Al nacer, el cerebro de tu bebé sólo tiene activas las áreas que rigen los reflejos y funciones vitales para sobrevivir. Es decir, durante las primeras semanas, tu hijo sólo buscará que se le atiendan necesidades básicas como el hambre, cobijo, bienestar y el sentirse seguro. Con el paso del tiempo, las habilidades motrices y el despertar de la curiosidad cambiarán sus intereses y su forma de comunicarse contigo.

Los sentidos juegan un papel muy importante durante los primeros años de vida, pues son el principal medio de aprendizaje de los seres humanos. Al nacer, tu bebé está preparado para asimilar estímulos a través de la piel, el oído, el olfato y el gusto; por esto es que:
• Disfruta del contacto de mamá, escuchar su voz y su aroma.
• Se relaja al sentirse protegido o ser alimentado.
• Logra identificar la presencia de papá y otros integrantes de la familia.

Las manifestaciones de amor son esenciales para el sano desarrollo infantil, los niños que han tenido más contacto físico con sus padres desde el nacimiento, presentan más y mejores habilidades sociales y cognitivas conforme crecen.

Como ves, el contacto tiene grandes beneficios, no tengas miedo de abrazar, cargar o arrullar a tu bebé recién nacido, pues de esta forma estarás impulsando su desarrollo cerebral. Al tenerlo cerca también le ayudas a regular su temperatura, ¡pero no sólo eso! Escuchar tu corazón lo hace sentir tranquilo y contento, después de todo, es el sonido que escuchó durante la gestación y lo reconoce aunque no te esté viendo.