Los límites deben estar presentes durante la educación infantil; un pequeño al que se le establecen normas claras, de forma amorosa, es un niño que se siente cuidado, protegido y visto por sus padres.
Poner límites no es sinónimo de imponer castigos o aplicar violencia, se trata de guiar y enseñar al niño en lo que podemos y no podemos hacer ante situaciones o lugares específicos; aunque también comprende temas relacionados con:
·El respeto
·La responsabilidad
·El manejo de emociones
Educar no es una tarea sencilla, sin embargo, es importante conocer las herramientas que nos ayudarán a llevar una crianza respetuosa. Una pieza clave para establecer límites con amor es escuchar. Un niño que puede expresar su sentir es un niño que se presta a la negociación, pues sabe que será tomado en cuenta
Entre los 18 y 24 meses, algunos niños empiezan a mostrar actitudes rebeldes o a manifestar su frustración a manera de berrinche o desobediencia; si es tu caso, es momento de establecer límites.
Para hacerlo de manera respetuosa:
1. Mantén la calma
2. Agacharte para estar a la altura de tu pequeño y pregúntale qué sucede
3. Abrázalo y pídele que deje de llorar o gritar para que puedas entender su explicación
4. Cuéntale qué conductas son correctas y recapitula lo que hizo para que logre hacer la relación de éstas
5. Si hay manera, intenta negociar la situación
6. Mantente firme ante las decisiones que tomes
Conservar tu postura le hará entender que sus acciones tienen consecuencias y poco a poco comprenderá las actitudes inadecuadas. Por otro lado, es importante hacer equipo con papá para que ambos se mantengan alineados a la misma forma de educar, de esta forma evitarán enviar mensajes confusos al niño.
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